El suicidio es la acción de quitarse la vida de forma voluntaria y premeditada. Significa, pues, darse muerte a uno mismo.
En relación con este comportamiento diferenciamos entre:
- SUCIDIO FRUSTRADO: acción de suicidio que no ha conseguido su fin, teniendo el paciente auténtica intención de llegar a él.
- SUCIDIO FRUSTRADO: acción de suicidio que no ha conseguido su fin, teniendo el paciente auténtica intención de llegar a él.
- SUICIDIO CONSUMADO: es el intento que ha tenido éxito bien expresión de los auténticos deseos suicidas o como una casualidad no deseada dentro del comportamiento suicida.
- CONDUCTAS SUICIDAS: son las encaminadas a conseguir ese fin, consciente o inconscientemente, o el aniquilamiento de una de sus partes.
- SIMULACIÓN SUICIDA: es la acción de suicidio que no llega a su fin, por no existir auténtica intención de llegar a él.
- RIESGO DE SUICIDIO: es la posibilidad de que un paciente atente deliberadamente contra su vida. Dicho riesgo se incrementa si existe la idea minusvalía de la vida, deseo de muerte por considerarla un descanso, amenazas y tentativas suicidas previas.
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