viernes, 27 de agosto de 2010

CONTEXTO HISTÓRICO Y SOCIAL DEL SUICIDIO



A lo largo de la historia ha variado la actitud de la sociedad hacia el acto del suicidio, sus formas y su frecuencia.


En la Ecuropa Antigua, sobre todo en el Imperio Romano, el suicidio estaba consentido y hasta era considerado como un acto h

onroso; por esta razón los antiguos romanos admitían muchas razones legítimas para su práctica. Después, varios de los primeros concilios de la Iglesia Cristiana decretaron que aquellos que cometieran suicidio, no se les podría aplicar los rituales de la iglesia tras su muerte. En la edad media, la Iglesia Católica Romana consideró expresamente esta práctica y lo tomó como un pecado.


En las legislaciones medievales se ordenaba la confiscación de todas las propiedades del suicida y el cadáver sufría todo tipo de humillaciones. En la actualidad, desde el punto de vista religioso el suicidio es considerado como una mala acción, debido a que el ser humano no tiene derecho a quitarse la vida de Dios le ha dado, y está condenado por el Cristianismo, Judaísmo e Islamismo. Desde el punto de vista jurídico y de los derechos humanos hoy el suicidio, se considera por muchos como un derecho.


En 1897 Durkheim postuló que el suicidio era un fenómeno sociológico más que un puro acto de individualismo. Lo consideraba como una consecuencia de una mala adaptación social del individuo y de una falta de integración. Este autor identificó cuatro tipos de suicidio: Suicidio Egoísta, Altruista, Anómico y Fatalista.


Estos se sucedían como consecuencia de determinadas condiciones sociales. No obstante, la tendencia actual considera al suicidio desde el punto de vista psicológico en lugar de una perspectiva moral.




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