Las ideas del suicidio pueden empezar con una pérdida o un trauma muy fuerte. Algunas personas cuando experimentan por mucho tiempo soledad, gran cantidad de estrés, depresión, rabia y desesperanza, cuando sienten que después de luchar, de buscar, ensayar y sentir dolor, no hay ningún lugar a donde correr o nadie a quien acudir, se van aislando y el deseo profundo de esconder el dolor se hace presente.
A una herida le sigue otra herida. El presente se convierte en un dolor interminable y la persona va entrando como en un ensimismamiento, percibiendo menos y menos de su entorno. Viene la desesperanza, pierde el balance, entra en un presente amargo y en un futuro sin ilusión. La persona se va adormeciendo, eventualmente deja de buscar ayuda y entra en el “trance suicida”, el suicidio se convierte en la única esperanza o solución para terminar con el dolor.
La depresión puede ser una de las causas de sus pensamientos suicidas. Esta puede ser producto de un imbalance químico en el cuerpo o puede ser hereditaria. Cuando la persona esta deprimida, todo le cuesta, las cosas que antes disfrutaba ahora no tienen sentido, ya nada importa. La depresión puede venir después de una perdida significativa. Nos guste o no, la vida esta llena de pérdidas; perdemos un ser querido, nuestra salud, dinero. Todas las anteriores son cosas significativas en nuestras vidas, y muchas veces el deprimirnos, es solo una reacción normal ante una perdida significativa y su cuerpo solo necesita tiempo para recuperarse. La depresión, con antidepresivos, psicoterapia intensiva, dieta y ejercicio, desaparece
Muchas personas que están pensando suicidarse, piensan que si no pueden controlar lo que esta pasando en la vida de ellos, al menos controlan como y cuando morir. En ocasiones, no significa que necesariamente quieran morir, solo significa que tienen mas dolor del que pueden soportar y manejar por ahora. Si yo empezara a ponerle ladrillos en sus hombros, eventualmente Ud. colapsaría, no importa qué tanto quiera mantenerse de pie. Fuerza de voluntad no tiene nada que ver con este sentir
La desesperanza, este estado de desesperanza aprendida, donde nada importa, no hay esperanza de un futuro mejor, no hay ilusión o cura, no hay promesas. Sin esperanza se cierran las posibilidades. Si se está sintiendo así, es preocupante. La esperanza no se puede pasar de una persona a otra, y toma tiempo en volver a tener esperanza. Si ha tenido una serie de situaciones frustrantes que le causaron un dolor inmenso, es como si su sistema nervioso se apagara y quedara anestesiado. La manera de protegerse y prevenir el dolor, es “no participar mas en el mundo”. Pero con el tratamiento adecuado la esperanza volverá.
El suicidio en la juventud ha aumentado y algunos se lo atribuyen al abuso de las drogas y el alcohol.
Es más acerado afirmar que los mismos factores que llevan a las personas al
Desde el punto de vista ético, la causa más inmediata suele ser la desesperación, situación extrema a la que se llega por diversas influencias. Dejando de lado los casos patológicos (trastornos mentales habituales o esporádicos de difícil valoración moral) y el reconocimiento de la frialdad y cálculo, muy pocas veces coexisten con un gesto contrario al instinto de conservación del hombre. Tampoco puede excluirse el hecho de decisiones trágicas tomadas con la deliberación suficiente de quien sabe lo que hace y por qué lo hace. Como causa principal a las que se reducen todas las demás, a de señalarse el concepto materialista de la vida y la consiguiente insatisfacción que producen los fracasos. La angustia y la ansiedad que provocan el suicidio son efecto de una exagerada sensibilidad o de falta de ideales, acabando por quitar todo sentido a la existencia, cuando se cae en una apreciación de los acontecimientos.
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